Cada vez más estadounidenses eligen pasar sus años de jubilación fuera de EE.UU., atraídos por los bajos costos de vida y el encanto de otros países. Sin embargo, la planificación fiscal es esencial para evitar problemas financieros. Aquí, exploramos los aspectos clave que los asesores deben tener en cuenta al ayudar a sus clientes a jubilarse en el extranjero.
Hablar Sobre las Obligaciones Fiscales con Anticipación
Es común que los jubilados en el extranjero crean que ya no tienen que reportar sus ingresos al IRS. Sin embargo, todos los ciudadanos estadounidenses deben reportar sus ingresos a nivel mundial, independientemente del lugar donde residan. Es importante comunicarles a los clientes que, además de sus ingresos de inversión, los ingresos de emprendimientos nuevos o trabajos parciales también estarán sujetos a impuestos en EE.UU.
La Exclusión de Ingresos Ganados en el Extranjero y los Jubilados
La Exclusión de Ingresos Ganados en el Extranjero (Sec. 911) permite a quienes trabajan fuera de EE.UU. evitar pagar impuestos en ciertas circunstancias. Sin embargo, esto aplica solo a los ingresos por servicios laborales y no a ingresos provenientes de pensiones o cuentas de retiro, lo que puede sorprender a algunos jubilados que contaban con este beneficio.
Prepararse para el Estilo de Vida en el Extranjero
Mudarse a otro país implica una serie de costos iniciales que deben ser considerados. Para los jubilados que están evaluando esta opción, es esencial contar con un fondo de reserva para establecerse. Se recomienda visitar el lugar en el que desean residir durante temporadas bajas para ver si se sienten cómodos con la dinámica local en todo momento. Asimismo, deben investigar sobre el sistema de salud y servicios bancarios en su nuevo país para garantizar que puedan acceder a lo que necesitan.
Asesoría Fiscal en el País de Destino
Es común enfocarse en los impuestos de EE.UU. y olvidarse de las responsabilidades fiscales en el país de destino. Cada nación tiene sus propias reglas y los jubilados podrían estar sujetos a impuestos locales. Los asesores pueden ser útiles al referir a sus clientes a profesionales locales en el país de destino, asegurando que cuenten con orientación especializada y así evitar el doble pago de impuestos.
Cuidado con las Inversiones Internacionales
Muchos jubilados optan por trabajar con asesores financieros en sus nuevos países, pero esto puede ser riesgoso si no conocen las reglas fiscales de EE.UU. Los estadounidenses que invierten en ciertos productos financieros extranjeros pueden enfrentar obligaciones fiscales adicionales si estas inversiones son consideradas como «Compañías de Inversión Extranjera Pasiva» (PFIC). Este tipo de inversión requiere reportes adicionales y puede incrementar significativamente los costos fiscales.
Reporte de Cuentas Bancarias Extranjeras (FBAR)
Es normal que los jubilados en el extranjero abran cuentas bancarias locales, pero si el valor combinado de sus cuentas en el extranjero supera los $10,000 en cualquier momento del año, deberán presentar el Reporte de Cuentas Bancarias Extranjeras (FBAR). Es importante que los asesores informen a sus clientes sobre este requisito para evitar sanciones.
Saber Cuándo Delegar a un Especialista
Finalmente, los asesores deben reconocer los límites de sus conocimientos y estar dispuestos a referir a sus clientes a especialistas en tributación de expatriados cuando sea necesario. La jubilación en el extranjero conlleva complejidades fiscales y contar con un profesional capacitado puede marcar la diferencia en la experiencia de sus clientes.